Problemas para Grifols en Estados Unidos. La compañía se enfrenta a una demanda colectiva de, al menos, 54.000 donantes de sangre en Illinois. ¿El motivo? La vulneración de su privacidad en los centros de extracción de sangre, puesto que dieron sus huellas dactilares en una base de datos utilizada para rastrear las donaciones y lo hizo sin su autorización y, también, sin destruirla posteriormente.
La reacción bursátil, como era de esperar, ha sido claramente negativa y se sitúa como la más bajista de todo el Ibex 35. Grifols se desploma un 5,16% en bolsa, hasta los 8,13 euros por acción, lo que hace que marque mínimos de 2012 y sitúe su descalabro en más de un 50% durante este curso.
La situación es bastante delicada para Grifols, puesto que la justicia ya se está poniendo del lado de los donantes de sangre. Un fallo del Tribunal del Distrito de dicha ciudad hizo caso omiso a las razones esgrimidas por la compañía presidida por Steven Mayer, puesto que prevalece la legislación sobre información biométrica y no la que se refiere a la naturaleza del negocio de la catalana.
Pese a defender Grifols que es necesario la huella dactilar para el registro, desde el tribunal sostienen que únicamente haría falta una fotografía y, por tanto, no identificar a los donantes con métodos más sofisticados que no contribuyen a marcar diferencias significativas, sobre todo si no se especifica en los formularios toda la información que afecta a los derechos de los donantes.
Las cuantías de las multas en caso de prosperar la demanda colectiva, que tiene la vía abierta para su planteamiento tras el fallo del Tribunal del Distrito de Illinois, podrían oscilar entre los 1.000 y los 5.000 dólares, por lo que, si tenemos en cuenta que se trata de, como mínimo, 54.000 donantes, podría ascender hasta los 54 millones de dólares, como mínimo, y los 270 millones. Un golpe significativo si tenemos en cuenta que la catalana ganó 182,3 millones de euros el pasado curso.
La compañía, en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha destacado que «la actual decisión del tribunal ha consistido únicamente en admitir a trámite la demanda y, por lo tanto, a efectos de dicha decisión, se asumen como ciertas las alegaciones de los demandantes. Esto no significa que se determine la validez de los hechos ni constituye una sentencia. Grifols opina que tiene sólidos argumentos contra las reclamaciones de los demandantes y no ha reconocido ninguna provisión por esta demanda en sus estados financieros debido a su falta de materialidad, de acuerdo con la evaluación de riesgos realizada por sus asesores legales. Los expertos señalan que son malas noticias para Grifols por varios motivos. En primer lugar, el posible daño económico de la sanción. En segundo lugar, la mala publicidad que supone la vulneración de las leyes de privacidad y, en tercer lugar, el hecho de mantener un enfrentamiento con sus donantes, a los que remunera recurrentemente y que podría perder.
Fuente: elconfidencial.com